La maternidad es un rol propio de la edad adulta; si ocurre en una etapa en la que la mujer no puede desempeñarlo adecuadamente, el proceso se perturba.
En los últimos años, la tasa de natalidad más alta de nuestro país se dio entre adolescentes (un 15% de los bebés nacidos pertenecen a madres que oscilan entre los 9 y 19 años). Los factores que determinan sus embarazos son el abuso y las relaciones sexuales sin protección.
Es importante destacar que la mayoría de las jóvenes que abandona sus estudios durante el embarazo luego no los retoma (el 60% de las madres menores a 20 años no terminó la escuela primaria). Así, ésta pierde la oportunidad de capacitarse para obtener empleo y sobrevivir en el mundo de los adultos, hecho que promueve, en consecuencia, a la pobreza. Además, dado que el embarazo en una adolescente es una crisis que se sobreimpone a la crisis propia de la adolescencia, estas presentan una gran dificultad para establecer un vínculo estrecho con sus hijos por lo que delegan, con frecuencia, el cuidado de los mismos a sus familiares más cercanos.
En definitiva, mientras nuestras autoridades se limitan a debatir la edad apropiada para implementar la asignatura de Educación Sexual en las escuelas o el hecho de si es correcto o no repartir preservativos dentro de los establecimientos educativos, son cada vez más las jóvenes que quedan embarazadas.
La maternidad adolescente es una realidad inocultable en nuestra sociedad actual... La mayoría de las chicas sabe lo que la “teoría” dice... Conocen los métodos anticonceptivos más comunes y que para protegerse del sida deberían utilizar preservativos durante sus relaciones... Pero... ¿por qué no lo hacen? Quizás la respuesta podríamos encontrarla si nos preguntáramos si este “temprano despertar” de estas jóvenes madres a la vida adulta no se encuentra ligado, precisamente, a la etapa vital por la que transitan: la adolescencia.
Castro Fernández, María Eugenia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario